domingo, 3 de junio de 2012

Starless Night.

Me despedí de ti, y me di la vuelta, sin mirar atrás.
Todo será mejor así, pensé... Mejor a la larga, para ti.
Cogí el primer autobús que pasó, sin mirar hacia donde me llevaba, sólo quería alejarme, marcharme de aquel lugar donde había pasado toda mi vida y cuando llevaba unos minutos allí, lo tuve claro, sabía lo que quería. Era el momento perfecto, ya nada me ataba a ese lugar.
Sin saber cómo, conseguí llegar a casa y cuando me di cuenta, ya tenía una pequeña maleta llena de lo justo y necesario.
Cogí todo el dinero que pude en efectivo, mi guitarra y salí hacia la estación de trenes donde compré un billete hacia aquí, hacia la ciudad donde realmente sentía que pertenecía.
Alguien podría comparar mi antigua ciudad con esta y decir que no son muy distintas. Las dos grandes ciudades más importantes del país... Bah, para mi son completamente distintas.
Una es mágica... La otra sólo me traía recuerdos, muy buenos, si, pero también muy dolorosos, y yo necesitaba un cambio.
Cuando llegué aquí no tenía ningún sitio donde ir, pero no me importaba, sabía que encontraría algo, y así fue. Conseguí alquilar un piso al lado de... De mi parque.
Y todas las noches, salía, subía al punto más alto, me tumbaba en el césped, y contemplaba, el cielo, repleto de estrellas, esperando que tú también lo hicieras. A fin de cuentas, el cielo era el mismo.


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