Tumbarte en la cama boca arriba, mirando al techo fijamente y perderte en tus pensamientos. Crees que serás capaz de organizar todos tus pensamientos si miras al techo. Te das cuenta de lo ingenua que eres y te enfadas contigo misma, pero no apartas la mirada. Ese techo tiene algo que te atrae.
Sigues mirando mientras pasan sonando las canciones de tu Ipod. Pero no las escuchas, sólo miras al techo, a la oscuridad.
Poco a poco sientes como si estuvieras flotando y cuando te das la vuelta te ves dormida, boca arriba.
Te giras y te diriges a abrir la ventana. Cuando sales fuera, y vas sobrevolando tu ciudad, lo ves todo de manera diferente, los sonidos, las sombras... Todo es más siniestro y oscuro, tú crees que vas sin rumbo, pero sin querer, y sin saber cómo, has llegado hasta su casa. Podría ser la de cualquier otro, pero sabes que es la suya, así que te cuelas por una ventana abierta, y decides buscar su habitación.
Cuando le ves tumbado en la cama, dormido, respirando tranquilamente, no puedes evitar acercarte hasta sentir su aliento... Bueno, creer que lo sientes.
Entonces, te haces un hueco en su cama y te acurrucas junto a él. Desearías estar así para siempre.
Cuando se hace por la mañana y suena su despertador, te levantas y le das un beso en la mejilla.
Justo en ese momento él abre los ojos. Y tú también los abres.
No estás segura de si te ha visto, pero sería imposible, no era más que un sueño, ¿no?
Can't take my eyes off you.
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